
EL SEXO ES UN DEPORTE
Está totalmente claro y no hay más que discutir.
Practicar sexo conlleva un desgaste calórico equivalente a media hora de running. Sexo con cierta intensidad claro, no del “flojo”, ese con el que casi te quedas dormido antes de empezar, de ese no, ni hablar.
También depende del caso, en ocasiones uno termina con el mismo oxígeno en los pulmones que en una subida al Tourmalet a rueda de Nairo Quintana. Ahí a lo mejor has gastado más, incluso hay que hacer una recuperación consecuente con el esfuerzo, ellas no lo creen…
Ya lo hemos hablado en “6 motivos del running que te convierten en un dios sexual”, pero hoy de lo que quiero hablar es sensiblemente distinto, sensible, muy sensible.
De momento no hay campeonatos del mundo en la materia, tampoco records, plusmarcas y cosas por el estilo, pero presiento que esto es cuestión de tiempo, pronto saldrán a la luz valientes con verdadero talento en la especialidad. Gente con capacidades que nos dejarán con la boca abierta por lo menos, por hacer el amor durante horas, ininterrumpidamente o interrumpiendo depende de la categoría, la pareja, los ritmos y la calidad, no lo olviden.
Suena a barbaridad, pero en el fondo, perdón, no lo es. Hago un repaso muy breve de porque PIENSO QUE EL SEXO ES UN DEPORTE:
1. Practicar deporte influye positivamente en las relaciones sexuales.
2. El ejercicio practicado de forma regular presenta múltiples ventajas con respecto a nuestra vida sexual.
3. Los que practican deporte habitualmente, presentan una vida sexual más satisfactoria.
4. En los hombres, se traduce en una mayor erección y en las mujeres, mayor lubricación vaginal.
5. Se liberan endorfinas, conocidas comúnmente como las hormonas de la felicidad.
6. Los hombres que practican deporte regularmente, tienen menos riesgo de padecer patologías relacionadas con la disfunción eréctil.
Durante décadas se ha estado hablando de lo conveniente o no de tener sexo antes de una competición, debido al gasto calórico y esfuerzo que pudiera tener dicho acto. Pero a la vez, reputados y “putadas” científicos negaban la mayor, esgrimiendo que no es comparable ni sustituible. ¡En eso estoy completamente de acuerdo, porque donde se ponga una buena sesión intensa de sexo, que se quite una media maratón con los colegas o una salida en bici con tu “grupeta”, no hay color, por Dios!
Demasiadas similitudes para pasarlo por alto, o por debajo o de lado, da igual. Practicar sexo con cierto entusiasmo conlleva una acción física de cierta intensidad, aparte de la emocional que juntas son increíbles, algo parecido a cuando sales a correr, quiero decir hacer deporte.
Hacer el amor debe ser un deporte homologado, reconocido por la comunidad internacional, Trump incluido, el Comité Olímpico y todos los organismos (esta palabra se parece a orgasmo), porque ahora que nos lo medimos todo, como se va a quedar el sexo si medir, sin monitorizar, sin analizar en tiempos, pausas y desgaste. Hasta el gustazo en breve se podrá medir y cuantificar.
El sexo es un deporte que te hace sudar, que te hace beber líquidos recuperadores, ya saben.
El sexo es un deporte que hay que practicar con frecuencia, porque dentro de muy poco, habrá registros y campeonatos.
No te quedes fuera, adéntrate…