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Tarjeta Roja a los padres

Resulta que se convierte en cruda normalidad, que padres de jugadores de futbol de equipos rivales o del mismo, para el caso es igual, se acaricien los rostros a galleta limpia, entre insultos, improperios y otras lindezas a la altura misma de las circunstancias.

No en vano el público, mejor dicho, sus propios hijos (que no de putas), ese sería un descalificativo que merecería la pena utilizar adecuadamente, presencian boquiabiertos cada fin de semana, escenas de este tipo, bien repartidas por el territorio nacional, islas incluidas.

https://www.youtube.com/watch?v=cWre419pXVM

El fin de semana anterior el gordo tocó en Las Baleares, más concretamente en la localidad de Alaró. Jugaban un partido de categoría infantil (11 y 12 años), el Alaró y el Collerense. El partido se suspendió al entrar en el terreno de juego un padre que quiso defender a su hijo tras una dura entrada de un rival.

Los familiares de ambos críos, se enzarzaron en una tensa discusión que segundos después, se convirtió en una auténtica batalla campal en las gradas, también en el terreno de juego, con padres e hijos por los suelos. Imágenes que han dado y seguirán dando la vuelta al mundo. Todo un honor.

Este fin de semana, los afortunados en presenciar un combate de boxeo por el mismo importe de la entrada al futbol, se sitúa en Andorra, en un trascendental partido de juveniles, donde se medían el Futbol Club Andorra y la AE El Prat, duelo en la cumbre…

La misma historia, perdonen que no profundice en los detalles, por no perder el tiempo ya saben. A grandes rasgos es una copia del anterior párrafo.

https://www.youtube.com/watch?v=VoweSN5_HxM

Este tipo de comportamientos en los campos de futbol base de este territorio y de otros muchos, no es una novedad rabiante de la que espantarnos ahora. Estas situaciones se vienen produciendo desde hace décadas, yo mismo lo he presenciado en mis carnes cuando era niño y aprendí mucho, les cuento.

1.- Aprendí un denso y grueso vocabulario de insultos que nunca oí en casa o el colegio.

2.- Vi por primera vez un puñetazo en vivo y en directo, como los de Chus Norris, pero sin efectos especiales.

3.- Comprobé que los padres de algunos compañeros, insultaban a gritos al árbitro que era un compañero del colegio, con total impunidad por parte de los presentes, incluso generando la gracia y aprobación en las gradas. Humillándole gratuitamente.

4.- Pude entrenar con preparadores que no tenían el más mínimo conocimiento en preparación física para niños, ni mucho menos conceptos básicos de ese deporte.

5.- Me enseñaron que el árbitro era el enemigo y que había que hacer todo lo posible para engañarlo o no salir perjudicado de acciones ilegales del reglamento.

Todo esto por un módico precio, ya saben, como las clases particulares, porque lo son.

Lo que está pasando en los campos de fútbol base de este país, no es otra cosa que la recolecta de un cultivo, que desde hace décadas se siembra con esmero y rigor, que no tiene freno y que además interesa poco. De vez en cuando un medio de comunicación pone el grito en el cielo por uno de estos episodios, más que habituales todos los fines de semana.

Consecuencia de una cultura que debería hacernos pensar. Analizar cómo hemos llegado a fortalecer mediante el deporte, la gestión optima de la poca vergüenza, el de los valores resultadistas de ganar como sea, el de al contrario ni agua o al contrario hay que machacarlo…

Pues eso señores padres y señoras madres, corran con los batidos y los bocatas en bolsas de plástico para que sus hijos merienden y no se pierdan el entrenamiento de esta tarde, que les acercará un poco más al abismo de esa educación que solo se puede aprender en estos sitios, donde se desaprende lo aprendido con esfuerzo y sacrificio.

Corran con sus hijos por las gradas, insulten, peleen, escupan…

Para mí desde ahora, existirá el deporte y a parte el futbol, que es precisamente esa actividad que no fomenta nada que cualquier otro deporte pone en valor, educar, formar, respetar y competir desde rancios principios de humildad y superación… No son todos, pero los representan bien, mientras organismos oficiales se sacuden la solapa de caspa…